Detrás de las jubilaciones: cuál es el problema estructural del sistema previsional
La reforma en el ajuste de las jubilaciones es solo uno de los problemas estructurales que enfrenta la Argentina.
En las últimas décadas, las políticas públicas han ido en direcciones opuestas. Desde el sistema de capitalización individual en los ´90 hasta la reestatización de las AFJP en 2008 existiendo hoy 6.805.192 beneficiarios del sistema previsional. El 77 % son jubilados y un 33% , pensionados, según datos de la ANSeS. A su vez, los aportantes al sistema suman 11.733.837. El 51,4 % son asalariados privados (los que más aportan). Después, hay un 25,9 % empleados públicos y un 3,8 % de asalariados de casas particulares. El resto son independientes, entre autónomos (3,5 %), monotributistas (12,4 %) y monotributistas sociales (3,1 %). La Argentina ha ampliado sensiblemente su cobertura: de los 3.356.358 en 2005 pasó a los casi 7 millones de la actualidad.
Es decir, hay 1,7 trabajadores activos por cada jubilado o pensionado en la Argentina, mientras que los especialistas aconsejan que haya entre 3 y 4. A esto se suma que hay casi un 30 % de pobreza.
En la Argentina, según el Banco Mundial, mientras que la población adulta mayor de 65 años era de 10,4 % en 2014, pasará a 19,3 % en 2050 y al 24,7 % en 2100. De la misma forma, mientras hay seis personas en edad de trabajar por cada adulto mayor, en 2050 habrá tres y en el próximo cambio de siglo serán dos. En la presentación del libro “Los años no vienen solos”, el líder en Desarrollo Humano para la Argentina del Banco Mundial, Michele Gragnolati, detalló: “El gasto del sistema de pensiones pasará de representar el 9 % del PBI al 11 % en 2030 y 15,5 % en 2050, lo cual implica un claro desafío para las generaciones futuras”.