EL ARGENTINO VACUNADO CONTRA EL CORONAVIRUS NO REGISTRÓ SINTOMAS
Pablo Berra el argentino de 55 años que vive en una zona rural de Sudáfrica cerca de Johannesburgo recibió junto a otras 2.021 personas la vacuna de Oxford contra el coronavirus y que a la fecha ha tenido muy buenos resultados.
“En Sudáfrica estamos quintos en el mundo en cantidad de contagios y, por eso, decidí tratar de no ser uno más y ser voluntario para tener la vacuna“,
Del total de las personas que recibieron la dosis, 50 son enfermos con HIV para ver cómo reaccionan ante la inmunidad. Pablo entró en un segundo grupo, personas sin ningún tipo de patología. “Estuve un par de semanas en el laboratorio viendo si pasaba esos requisitos y, como pasé, me terminaron inyectando la vacuna el lunes pasado“, dijo.
Consultado sonbre si notó algún cambio en su salud, Berra indicó que “no tuvo ningún síntoma“, ni alergia, ni fiebre. Si bien el grupo de prueba está integrado por más de 2.000 personas, no todos recibirán la inmunidad porque hay un porcentaje que fueron inyectados con un placebo. “A la mitad de los voluntarios le inyectan un placebo y a la otra mitad una vacuna. Si funciona, van a llamar a los que se les dio el placebo para darle la vacuna real. Ni siquiera la enfermera que te inyecta sabe si te está dando la vacuna“, dijo Berra.
El nombre técnico de la vacuna es ChAdOx1 nCoV-19, ya que está hecho de un virus llamado ChAdOx1, que es una versión debilitada y no replicante de un virus del resfriado común (adenovirus). La vacuna ha sido diseñada para expresar la proteína espiga de SARS-CoV-2. La vacuna se desarrolló en el Oxford Jenner Institute y actualmente en el Reino Unido 4.000 participantes ya están inscritos en el ensayo clínico y se planea la inscripción de 10.000 más.
La vacuna que se usa en el ensayo sudafricano es la misma que se usa en el Reino Unido y Brasil. La vacuna se realizó agregando material genético, llamado glucoproteína espiga, que se expresa en la superficie del SARS-CoV-2 al virus ChAdOx1. Esta glicoproteína espiga se encuentra generalmente en la superficie del nuevo coronavirus y es lo que le da al coronavirus su aspecto distintivo. Estos picos juegan un papel esencial en establecer un camino para la infección por el coronavirus.
Los investigadores de Oxford han demostrado que los anticuerpos producidos contra secciones de la proteína espiga después de una infección natural pueden neutralizar (matar) el virus cuando se prueban en el laboratorio. Al vacunar a los voluntarios con ChAdOx1 nCoV-19, los científicos esperan que el cuerpo humano reconozca y desarrolle una respuesta inmune (es decir, desarrolle anticuerpos) a la glucoproteína espiga que ayudará a evitar que el virus SARS-CoV-2 ingrese a las células humanas y cause Covid -19.