El sector manufacturero del gigante asiático sufre una ralentización y el enfriamiento se refleja en el índice de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés) Caixin. En agosto cayó hasta 50,6, su nivel más bajo en los últimos 14 meses. El PMI, que marcó 50,8 en julio, muestra que el crecimiento económico de China se ha ralentizado hasta mínimos de junio de 2017. Si bien se mantiene por encima de los 50 puntos, lo que indica crecimiento y no contracción, la demanda se ha apagado. Sin embargo, sí se observa estabilidad en la oferta.
Las empresas tienden a recortar en personal
Los economistas vinculan la caída del PMI principalmente a la guerra comercial con EE.UU. y a la presión sobre los precios. Sostienen que una oferta estable no podrá sostenerse en medio de una demanda débil y que ahora la “economía china enfrenta una presión a la baja“.
Las empresas chinas han evitado contratar a más personal en agosto y tienden a recortar su plantel, desprendiéndose de trabajadores. Así, el empeoramiento de la cuestión del empleo puede sentirse negativamente en el consumo.