Se trata de la conocida como Isla del Este, una angosta franja de tierra de aproximadamente un kilómetro de largo y 120 metros de ancho, dentro del atolón French Frigate Shoals en Hawái. La isla era elegida como zona de cría de la foca monje y la tortuga verde marina, ambas en peligro de extinción y se hundió luego del huracán Walaka. El mar se la tragó.
No ha habido víctimas ni la población de focas ni la de tortugas se encontraban ya en la isla. Sin embargo, el lugar seco y seguro que elegían para traer a sus crías al mundo ya no existe fuera del agua.
La desaparición de la Isla del Este estaba prevista para dentro de veinte años, en razón del cambio climático, y por el aumento del nivel del mar, no esperándose que ocurriera tan pronto. Finalmente ha ocurrido mucho antes a causa del huracán y por el calentamiento global.
La isla desaparecida pertenece al Monumento Nacional Marino de Papahānaumokuākea, catalogada como área protegida en 2006, convirtiéndose en la tercera área de este tipo en el mundo, además de la más grande.
El huracán Walaka ha sido el ciclón tropical más fuerte generado en el Pacífico desde 2006, alcanzando la categoría 5, con un registro de vientos por encima de los 250 km/h. y el equipo de científicos que se encontraban estudiando la zona fue evacuado antes de su llegada, salvándose de una muerte segura.