En la actualidad, alrededor de 600 millones de personas viven con menos de u$s 1,90 al día. En las últimas décadas se han producido avances considerables en la lucha contra la pobreza. La tasa de pobreza económica
extrema descendió del 36% en 1990 al 8,6% en 2018. Sin embargo, el número de personas que viven en situación de pobreza extrema en todo el mundo sigue siendo inaceptablemente alto, y la reducción de la pobreza puede no ser
suficientemente rápida como para acabar con la pobreza extrema para 2030, como exigen los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Después de décadas de progreso, el ritmo de reducción de la pobreza se está ralentizando.
En términos globales, las tasas de pobreza extrema tienden a ser mayores en los países con desarrollo humano bajo; no obstante, se pueden encontrar Personas pobres en países de todos los niveles de desarrollo.
Pese a que las tasas de pobreza han disminuido en todas las regiones, el avance ha sido dispar. Más de la mitad de las personas en situación de
pobreza extrema vive en África Subsahariana, donde las cifras absolutas de pobreza van en aumento. Si se mantienen las tendencias actuales, cerca de 9 de cada 10 personas en situación de pobreza extrema se encontrarán en África Subsahariana en 2030.
Hoy por hoy, 70 personas consiguen salir de la pobreza cada minuto. Pero una vez que la mayoría de los países asiáticos alcance el objetivo fijado, se prevé que la tasa de reducción de la pobreza disminuirá a 50 personas por minuto en 2020. La tasa de pobreza mundial prevista para 2030 se sitúa entre un 4,5% (en torno a 375 millones de personas) y un 6% (más de 500 millones de Personas). Incluso las proyecciones más optimistas muestran que en África Subsahariana habrá más de 300 millones de personas en situación de pobreza extrema en 2030. De acuerdo con el escenario de referencia, 24 países
están en vías de cumplir el objetivo de pobreza y se espera que 207 millones de personas salgan de ella antes de 2030. En los 40 países que se encuentran rezagados, a pesar de que el número de personas en situación de pobreza descenderá, se prevé que 131 millones de personas seguirán siendo pobres en 2030. En 20 países se calcula que el número de personas en situación de Pobreza aumentará de 242 millones a 290 millones.
Las personas nacidas en países con desarrollo humano muy alto tienen una esperanza de vida casi 19 años mayor que las nacidas en países con desarrollo humano bajo (casi un tercio más).
El aumento de la esperanza de vida al nacer —pasando de una media ponderada de 47 años en la década de 1950 a 72 años en torno a 2020—
refleja el extraordinario progreso registrado en el ámbito de la salud. Otra esfera en la que se registró un descenso significativo es la mortalidad materna, que cayó un 45% entre 1990 y 2013.
La matriculación en la educación secundaria es prácticamente universal en los países con desarrollo humano muy alto, mientras que en los países con desarrollo humano bajo tan solo un tercio de los niños están matriculados en este nivel.
En el ámbito interno de un país las inmensas desigualdades entre las minorías mas favorecidas y las menos favorecidas en cuanto a ingresos debilitan la cohesión social y la confianza de la población en los gobiernos, las instituciones y sus congéneres. La mayoría de ellas deteriora las economías
al impedir que las personas alcancen todo su potencial en su vida personal y profesional. A menudo dificultan que las decisiones políticas reflejen las aspiraciones de toda la sociedad y protejan el planeta, puesto que las escasas
personas que ostentan el poder lo utilizan para influir en las decisiones de modo que beneficien fundamentalmente a sus intereses actuales. si persiste la situación actual, el 1% más rico de la población podría acaparar el 35% de la riqueza mundial para 2030.
La Unión Europea se destaca como la región más igualitaria según la proporción del ingreso antes de impuestos en manos del 10% más rico,
con un 34%. La más desigual es el Oriente Medio: en esta región, el 10% más rico acapara el 61% del ingreso antes de impuestos. En medio se aprecia una variedad de niveles de desigualdad que no parecen estar correlacionados con el ingreso promedio. En los Estados Unidos se estima que el 10% más rico recibió un 47% del ingreso; en China, un 41%, y en la India un 55%.
En países con un alto nivel de desigualdad, la probabilidad de que personas de diferentes estratos sociales se mezclen e interactúen también es menor. Cabe esperar que vivan en barrios distintos, que sus hijos no estudien en las mismas escuelas, que lean diferentes periódicos y que pertenezcan a diferentes grupos en los medios sociales. Es probable que su cosmovisión también difiera y que no sepan demasiado sobre la situación de sus conciudadanos. Las personas que no se conocen ni interactúan no ven las preocupaciones y necesidades de los demás.
Extraído del Informe sobre Desarrollo Humano 2019 (PNUD).