CECILIA GRIERSON: LA PRIMER MEDICA ARGENTINA
Cecilia Grierson (1859-1934) fue la primera médica de nacionalidad argentina, de adolescente fue maestra primaria para ayudar a su familia; y a posteriori, logró el título habilitante de esa profesión.
Por la enfermedad y el fallecimiento de una amiga se le despertó la vocación de ser médica.
La carrera de medicina en Buenos Aires era por aquel entonces reservada a los varones, y ninguna mujer había logrado recibirse con el título de Médico, a pesar de que ningún reglamento interno de la Universidad vetaba el ingreso de mujeres a dicha especialidad. Ya había habido un antecedente, Élida Passo, que había logrado estudiar Farmacia y graduarse y posteriormente cursar hasta quinto año de medicina pero la tuberculosis frenó su carrera y terminó con su vida también.
Cecilia consiguió recibirse y ejercer como médica a pesar de ser mujer. Fue obstetra y kinesióloga, especialidades en las que construyó una extensa trayectoria y llegó a publicar libros sobre esos temas. No logró, en cambio, trabajar como cirujana, a pesar de ser la primera mujer que obtuvo el título habilitante.
Se graduó en 1889 pese a haber sufrido las descalificaciones de sus profesores y compañeros de estudio. Llegó a ser Ayudante del Laboratorio de Histología. José María Ramos Mejía y Juan B. Justo, quienes considerarban a la carrera de medicina muy teórica y carente de prácticas creó el Círculo Médico en donde funcionó una escuela práctica de medicina con consultorios de especialidades varias y un centro dedicado a la difusión y a la investigación. En este establecimiento Grierson creó la primera Escuela de Enfermeras de América Latina con un plan de estudios formal y donde se estableció el uso de uniforme para las enfermeras y posteriormente fue adoptado por la mayoría los países latinoamericanos. Se desempeñó como directora hasta 1913.
Creó un consultorio-escuela para tratar a niños con problemas de comportamiento, dificultades en el habla y en el aprendizaje, y colaboró con el equipo liderado por el Dr. Samuel Molina con la primera cesárea que se realizó en Argentina en 1892 en el entonces Hospital de Mujeres, hoy hospital Rivadavia.
A principios de abril de 1886 la ciudad de Buenos Aires tuvo una epidemia de cólera, la tercera epidemia del siglo, y todos los estudiantes de medicina fueron convocados a prestar servicios en Salud Pública. Cecilia fue destinada a la Casa de Aislamiento, uno de los lugares de atención y refugio para los pacientes de esta enfermedad que se tuvieron que improvisar a lo largo de la ciudad. Formó parte del grupo de trabajo del Dr Penna y al Dr Estévez.
En 1894 con 35 años Grierson se postuló para ser profesora sustituta de la Cátedra Obstetricia para parteras, sin embargo, no pudo acceder al cargo porque el concurso fue declarado desierto. A pesar de haberse postulado, su condición de mujer hizo que se le negara la posibilidad de ejercer un cargo de docente en la universidad.
En 1897 publicó Masaje práctico, uno de los primeros libros sobre técnicas kinesiólogicas y en 1901 fue fundadora de la Asociación Obstétrica Nacional y de la Revista Obstétrica que concibió como una herramienta para ofrecer a las parteras argentinas un enfoque científico y médico para la profesión que por entonces era ejercida por las “matronas“.
Llegó a ser presidenta del “Congreso Argentino de Mujeres Universitarias”, que fuera fundado por Elvira Rawson de Dellepiane en 1905.
Grierson participó en 1899 en el “Congreso Internacional de Mujeres“, el tema del congreso fue la situación de las mujeres en la educación, la legislación, el abandono de los hijos, y la necesidad del sufragio femenino.
Creó escuelas y otros tipos de establecimientos educativos con actividades distintas a la medicina y fue pionera en el tratamiento de niños con discapacidades y otros problemas. Luchó intensamente por el reconocimiento de los derechos de la mujer.
Fundó la primera escuela de Los Cocos en Córdoba donde pasó sus últimos días.
