Si viste la película “The Post” de Steven Spielberg y te indignó ver como por varias décadas se mal informó y se engañó al pueblo americano sobre la guerra de Vietnam en el cual murieron 58.000 soldados americanos y casi 5.000.000 de vietnamitas, acá tenes un pantallazo sobre que derechos estaban en juego y la necesidad de la existencia de un cuarto poder libre, independiente, íntegro y responsable.
La libertad de información o el derecho a la información son parte integrante del derecho fundamental a la libertad de expresión. Se trata de un derecho consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.
El artículo 14 de nuestra Constitución Nacional garantiza el derecho de “publicar las ideas por la prensa”. La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su art. 13 establece que: “ 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. 2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a) el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas. 3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones….”.
Existen entonces 3 derechos: el derecho de informar, el derecho a informarse y el derecho a buscar información. El derecho a informar hace referncia a la expresión pública de ideas y opiniones sin prohibiciones de censura, explícita o encubierta. El derecho a ser informado, por su parte, implica el libre acceso a las fuentes de información desde las cuales es posible la obtención de la noticia u opinión. Por último, la libertad de expresión alcanza también a quien investiga o busca información a través de los distintos medios concebidos de expresión.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha expresado que “la libertad de expresión es una piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrática. Es indispensable para la formación de la opinión pública y para que la comunidad, a la hora de ejercer sus opciones, esté suficientemente informada. Es por eso que, es posible afirmar que una sociedad que no está bien informada, no es plenamente libre. La libertad de expresión es por lo tanto no sólo un derecho de los individuos sino de la sociedad misma” (Corte IDH, OC 5/85, La Colegiación Obligatoria de Periodistas, del 13-11-85, párr. 70).
Con la excusa de la seguridad nacional vemos que el Gobierno de los Estados Unidos no permitía que se publiquen informes clasificados sobre la Guerra de Vietnam y que había sido solicitados por el Sr. Robert Mc Namara, de quien se dice fue el “arquitecto” de la Guerra de Vietnam.
Pero, por sobre todas las cosas, estaba en juego la seguridad nacional? O solo bajo esa capa se englobaba a las numerosas negligencias, luchas de egos y por sobre todas las cosas la decisión de no ser el presidente que finalmente diera un punto final a la guerra y se retirara de Vietnam?
Hoy, de la mano de la cuarta revolución industrial, ha entrado en juego un nuevo actor: las redes sociales. Y por ellas, se ha intentado tergiversar ideas, opiniones y manejar elecciones. Es por ello, que debe seguir garantizándose la prensa libre e independiente que con sus fuentes -el debido resguardo de las mismas- y chequeando de forma profesional la información que obtiene tiene que ser una de las patas que garantice nuestro derecho constitucional a informarnos.
Arnaldo MARTINEZ, abogado. www.arnimartinez.com