LA VIGENCIA DE VIENTOS DE AGUA EN TIEMPOS DE VIENTOS DE PESIFICACIÓN Y CORRIDAS CAMBIARIAS….

LA VIGENCIA DE VIENTOS DE AGUA EN TIEMPOS DE VIENTOS DE PESIFICACIÓN Y CORRIDAS CAMBIARIAS….

Cuando estamos en épocas de temor a un nuevo corralito, pesificación de depósitos, un parate casi total de la economía argentina, descenso del PBI, estanflación, desesperanza en la gente, comentarios sobre emigración, la historia conocida y cíclica de nuestro país aparece y surge más vigente que nunca una de las historias (la de Ernesto OLAYA) de las series que más han conmovido a aquellos que han podido tener el placer (a pesar de lo doloroso en algunos momentos de sus historias) de verla:  “Vientos de agua“.

Vientos de agua” cuenta dos historias de emigrantes: la de José OLAYA (Ernesto Alterio), un asturiano que en 1934 debe escapar de España y llega a la Argentina, y la de su hijo, Ernesto OLAYA (Eduardo Blanco), un arquitecto que por una de las tantas crisis económicas que sufrimos los argentinos, pero en este caso la de 2001, abandona su país para viajar a España.

Este doble viaje de ida y vuelta con una diferencia de casi setenta años muestra la historia de muchos de nuestros abuelos que llegaron a la Argentina (potencia económica en aquella época -los años 30’s-), escapando de guerras (en esta caso la guerra civil española), vivieron en conventillos, consiguieron sus primeros trabajos, y muestra también historias de superación personal, sufrimiento y amistad y que se repiten -si bien y gracias a Dios sin guerras de por medio, pero por terribles crisis económicas sobre todo y en forma cíclica en la Argentina- años después.

Así, se muestra con una cotidianeidad inusitada pero gigante a la vez la soledad del emigrante, la dura lucha por abrirse camino en un lugar desconocido, los afectos, los nuevos amores y los que se dejan atrás, la muerte, la capacidad para seguir adelante y la innata pretensión y búsqueda del hombre de ser feliz.

Sin golpes bajos pero a su vez con contundencia, se muestra la situación político-social de las distintas épocas que atraviesan los personajes: La Guerra Civil Española vista desde la Argentina, las diferencias de pensamiento político entre emigrantes españoles y los que se quedaron, la lucha entre anarquistas y fascistas y la situación económica y social vivida por todos nosotros en los años 2001/2002 y las nuevas, cíclicas e irreversibles crisis que debemos y deberemos enfrentar en nuestro país, y que generan un aumento diario de la pobreza, la delincuencia, la inflación, la nula estabilidad económica, la corrupción pero, a pesar de todo ello, la esperanza que como una vela en el viento, nos hace continuar cada día.

Excelentes interpretaciones de Pablo Rago, Valeria Bertuccelli, Francesca Trentacarlini y Giulia Michelini como Gemma —la primera interpreta el personaje con nueve años y la segunda a partir de los catorce, Caterina Murino, Rubén Ochandiano, Pilar Punzano, Bárbara Goenaga, Silvia Abascal, Angie Cepeda y Susi Sánchez entre tantos otros.

Para cerrar todo y ponerle la frutilla al postre, un guión “de película“, una mis en scene que te transporta a la España y a la Argentina de los años 30, 40, 50’s, y en fin todos los condimentos para que quieras verte todos los capítulos de una vez y saber que será de la historia de Ernesto y Lucía, Gemma, Juliusz, Andrés, Laia, Mara, Sophie, Vidal, Ana y el toque de Campanella que hacen de esta serie una obra maestra, sino la mejor que he visto hasta la fecha.

Depto. a estrenar Belgrano U$S 77.000 !!!